viernes, 23 de octubre de 2009

Juventud de hoy en día


Cada vez lo flipo más, y es que debo admitirlo, sin paliativos, cada vez me sorprendo más de mi clase, o del conjunto humano en todo su máximo esplendor. Puede sonar deprimente, pero es como tener la absoluta certeza de que éste denigrante mundo está entrando en una espiral de decadencia imparable.

Sin entrar en complicados estudios metodológicos de marcado carácter sociológico ni adentrarme en correosas verificaciones a golpe de encuesta o entrevista es más que evidente con un par de observaciones el nivel político-cultural de éste país. Y es para ponerse a temblar.

Ayer tuve una clase sobre teoría del derecho en la que debatíamos sobre un trabajo práctico relativo a, por un lado, describir que serie de valores considerabamos fundamentales en el ser humano, y por otro, normativas, leyes, decretos, etc. que considerabamos injustos en nuestra nefasta sociedad. Se había abierto la veda para que los chacales neopajeros pudieran dar barniz a sus sueños intestinales más humedos. Experiencia terrible, he de decir.

Siendo ésta, una clase universitaria, llena de gente joven, vivaz, con ganas de comerse el mundo, se deberían de hablar de leyes que lastran a la gente de verdad, que la humillan y las hace infelices, poca gente llegó a lanzarse contra la pena de muerte. ¿Y la cadena perpetua?. Vamos a ver.

Habla un pelo-pincho gominoso con pinta de tecno-pijo pucha pucha, y sacó a la palestra la santísima trinidad de normas que en su divina opinión consideran un oprobio para la humanidad, agarráos los machos, que ésta es la juventud, no veamos a sus progenitores:

1) En contra de la ley del aborto

2) En contra de la ley de la eutanasía.

3) la más divertida de todas, por lo abstracto que resulta: estar contra "la no aplicación" de la cadena perpetua.

Para mear y no echar gota. Para llorar y no tener lágrimas. Para gritar y quedarse sin voz.


Me quedé anonadado, y mira que estas cosas no deberían extrañarme a estas alturas, pero con un poquito de debate me daba cuenta que mucha gente a favor estaban a favor de la cadena perpetua, y otros tantos en contra de la ley del aborto.

Otra nota importante, en valores esenciales, la mayoría coincidiamos en la mayor parte de ellos, mención aparte merece lo que algunos parafrasean como "libertad individual", pero no la libertad de un ser humano digno liberado de cadenas, sino la libertad concebida desde un punto de vista capitalista que desde un postulado marxista analizamos como libertad de esclavitud, libertad para morir de hambre, y esclavitud para venderte por 5 céntimos ante el empresario de turno. Magnífico.

Por contra, mencioné como valor fundamental del ser humano un valor tan olvidado como el de "solidaridad", que no es más que una extensión del término "justicia social". Pues bien, sólo pusieron esta expresión yo y una persona más, en una clase de más de 70 personas. Ahora se va dando cuenta uno de lo que falla aquí.

No pido que la gente sean aspirantes a bolcheviques, ni que sean el Ché redivivo, nada de éso, pero ver a una juventud, compartiendo la forma de pensar del director del FMI o de los obispos es escalofriante, a propósito de Halloween. Supuestamente, debiera ser una juventud más abierta, más preparada teórica e ideológicamente que sus mayores, una juventud de valores progresistas y en defensa de la libertad y contra los dogmas conservadores sin fundamento.

Y es que la juventud es el mismo motor de la revolución, la gente joven somos un maremágnun de valores revoluciones, revolucionarios en el amor, en el sexo, en la paz, en la democracia, en la lucha contra las injusticias, tenemos que ser una juventud de la vanguardia y de la creación de alternativas creibles para encarar un siglo XXI que se nos presenta lleno de profundos problemas a todos los niveles, como dijo el ché, una juventud que no crea, es en verdad una anomalía. Es muy cierto, una juventud como la actual, aletargada, apática, conservadora y complaciente es una juventud muerta.

Ésta juventud que asienten contra las injusticias, con sangre como horchata, alcoholizada y drogada, narcotizada por las noticias del corazón y las banalidades superficialistas. La juventud del TINA, del "There Is No Alternative", que nace y crece con la única esperanza de alimentar su egoísmo y su nihilismo absurdo, que se abocan al pesimismo y se dejan arrastrar por la corriente, para no tener que cansarse.


Y la visión de esta juventud no es más que un marco para entender el camino socio-cultural de la sociedad y su deriva conservadora, también habría que plantearse el porqué de este reflote de las ideas derechistas en general. Pero ésto es otro tema. El caso es que las perspectivas de futuro no son nada halagüeñas, y si nos remitimos a ésto, podemos percibir además como tenemos cada vez una clase política más corrupta, y encima más consentida en éste sentido.

Sólo hay que ver como en Valencia la desvergüenza ha alcanzado cotas impresionantes, la farándula política de la que hablé hace ya tiempo se torna cada vez más evidente, esto no es casual si no causal, exponencial al desencanto de la gente de la vida política, de su cada vez más nulo interés por la gestión de los políticos. Esto crea una masa de ciudadanos acríticos que benefician a los políticos corruptos que se columpian a destajo y se enriquecen a nuestra costa. Porque una sociedad política corrupta no es más que algo sintómatico del declive de toda una sociedad.

Si la gente no empieza a tomar las riendas de su vida, si no castigan al político corrupto y lo tratan con el desprecio que merecen, entonces estamos avanzando a pasos agigantados hacia la Italia de Berlusconi. Y esto ya sería humillante de verdad.

Mientras en otros paises se castiga al corrupto y al difamador, aqui se premia al mafioso y calumniador, se aplaude a los ladrones y se les encumbra para que estén en lo más alto. Caso evidente de Fabro o Paco Camps alias "te quiero un hueco".

También puedo entender que los mas mayores, arrugados y cansados por la actitud de los políticos hayan decidido dejarlo de lado, pero nosotros somos jovenes (que no incrédulos) no unos viejos ajados y desencantados.

Pero, mientras, tal y como muestran algunos estudios, un tercio de la juventud apoyen la pena de muerte o se muestren en contra de politicas pogresistas, dificilmente saldremos hacia adelante.

5 comentarios:

  1. Con esa gente es con quien más fuerte tenemos que defender nuestras ideas. No van a gritar ellos más que nosotros.

    Ojalá no puedan contigo. Estoy harto de ver jóvenes caer. Y a menudo el enemigo lo tenemos también en casa, pero ante eso cree en tí mismo.

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  2. Españolito que vienes
    al mundo te guarde Dios.
    Una de las dos Españas
    ha de helarte el corazón.

    Como bien dijo Antonio Machado. Y es que en nuestra sociedad siempre habrá dos Españas, y la juventud española, obviamente, nunca se salvará de esa dualidad. Hay que acptar este hecho y no deseperarse, porque las mayorías son tales hasta que dejan de serlo.
    Yo también, cuando estudiaba Derecho -y digo estudiaba por que tomé la mejor decisión de mi vida, que fue dejar la carrera-, presencié cosas increíbles (en el sentido peyorativo del término), tales como que muchos de mis compañeros estaban en contra del aborto y a favor de la pena de muerte. ¿Puede existir una mayor incongruencia de pensamiento?

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  3. te juro que he intentao leerlo pero me supera xD
    así que voy a dejar mi comentario en...es esto por lo que llegaste blanco ayer que me ibas a contar y luego no me contaste? xD

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  4. Wenas!! Estoy totalmente de acuerdo con tu entrada. El año pasado estudié Teoría del Derecho, que es al parecer la única (o de las pocas)asignaturas en Derecho que tratan de formar a un jurista crítico. He de decir, que al igual que a tí,me impactó el hecho de que se defendiera la cadena de muerte y de que todo el mundo estuviera anclado no ya en el conservadurismo de derechas sino en el pleno inconformismo. Lo atribuyo al hecho de que en Derecho abundan los niños de papá y los PePitos, que no quieren/tienen que preocuparse de su futuro.
    En efecto, y desde mis mejores augurios, nos espera un futuro pésimo y vacío, lleno de inconformismo. Hay que intentar concienciar a la gente de lo que hay a su alrededor, pero como dice una amiga mía: Los oídos no sirven de nada a un cerebro ciego.
    Saludos!!

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  5. Bueno, y allá va mi opinión....
    La verdad es que no creo que la juventud esté tan echada a perder. Yo soy joven (y tú lo sabes, jeje), y me relaciono con jóvenes, y no considero que sean así. Cierto es que también me avergüenzo de un porcentaje de la juventud, que ha perdido sus ideales, sus principios, y todo lo que se puede perder, pero no creo que sea algo generalizado en la sociedad. Los estudios y encuestas son altamente manipulables, y a mí no me han preguntado!
    Además, me niego a pensar en que el problema esté en la ideología política. Me niego a creer que se puede manipular tanto a una persona como para que deje de pensar por sí misma, y empiece a comulgar con todo lo que diga su "ideología". No me lo creo y el día que me lo crea, ese mismo día, la sociedad habrá muerto para mí.
    También te digo que tenemos que respetar cualquier opción y forma de pensar, por muy denigrante y asquerosa que nos parezca, tenemos que respetarlo porque por ahí empezará la libertad, nuestra propia libertad. Respetarlo no significa no discutirlo, significa no pelearnos, no imponernos y modelar nuestro entorno (todo lo extensivo que lo queramos) con la palabra y la razón.
    Un beso...

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