
Cada vez lo flipo más, y es que debo admitirlo, sin paliativos, cada vez me sorprendo más de mi clase, o del conjunto humano en todo su máximo esplendor. Puede sonar deprimente, pero es como tener la absoluta certeza de que éste denigrante mundo está entrando en una espiral de decadencia imparable.
Sin entrar en complicados estudios metodológicos de marcado carácter sociológico ni adentrarme en correosas verificaciones a golpe de encuesta o entrevista es más que evidente con un par de observaciones el nivel político-cultural de éste país. Y es para ponerse a temblar.
Ayer tuve una clase sobre teoría del derecho en la que debatíamos sobre un trabajo práctico relativo a, por un lado, describir que serie de valores considerabamos fundamentales en el ser humano, y por otro, normativas, leyes, decretos, etc. que considerabamos injustos en nuestra nefasta sociedad. Se había abierto la veda para que los chacales neopajeros pudieran dar barniz a sus sueños intestinales más humedos. Experiencia terrible, he de decir.
Siendo ésta, una clase universitaria, llena de gente joven, vivaz, con ganas de comerse el mundo, se deberían de hablar de leyes que lastran a la gente de verdad, que la humillan y las hace infelices, poca gente llegó a lanzarse contra la pena de muerte. ¿Y la cadena perpetua?. Vamos a ver.
Habla un pelo-pincho gominoso con pinta de tecno-pijo pucha pucha, y sacó a la palestra la santísima trinidad de normas que en su divina opinión consideran un oprobio para la humanidad, agarráos los machos, que ésta es la juventud, no veamos a sus progenitores:
1) En contra de la ley del aborto
2) En contra de la ley de la eutanasía.
3) la más divertida de todas, por lo abstracto que resulta: estar contra "la no aplicación" de la cadena perpetua.
Para mear y no echar gota. Para llorar y no tener lágrimas. Para gritar y quedarse sin voz.

Me quedé anonadado, y mira que estas cosas no deberían extrañarme a estas alturas, pero con un poquito de debate me daba cuenta que mucha gente a favor estaban a favor de la cadena perpetua, y otros tantos en contra de la ley del aborto.
Otra nota importante, en valores esenciales, la mayoría coincidiamos en la mayor parte de ellos, mención aparte merece lo que algunos parafrasean como "libertad individual", pero no la libertad de un ser humano digno liberado de cadenas, sino la libertad concebida desde un punto de vista capitalista que desde un postulado marxista analizamos como libertad de esclavitud, libertad para morir de hambre, y esclavitud para venderte por 5 céntimos ante el empresario de turno. Magnífico.
Por contra, mencioné como valor fundamental del ser humano un valor tan olvidado como el de "solidaridad", que no es más que una extensión del término "justicia social". Pues bien, sólo pusieron esta expresión yo y una persona más, en una clase de más de 70 personas. Ahora se va dando cuenta uno de lo que falla aquí.
No pido que la gente sean aspirantes a bolcheviques, ni que sean el Ché redivivo, nada de éso, pero ver a una juventud, compartiendo la forma de pensar del director del FMI o de los obispos es escalofriante, a propósito de Halloween. Supuestamente, debiera ser una juventud más abierta, más preparada teórica e ideológicamente que sus mayores, una juventud de valores progresistas y en defensa de la libertad y contra los dogmas conservadores sin fundamento.
Y es que la juventud es el mismo motor de la revolución, la gente joven somos un maremágnun de valores revoluciones, revolucionarios en el amor, en el sexo, en la paz, en la democracia, en la lucha contra las injusticias, tenemos que ser una juventud de la vanguardia y de la creación de alternativas creibles para encarar un siglo XXI que se nos presenta lleno de profundos problemas a todos los niveles, como dijo el ché, una juventud que no crea, es en verdad una anomalía. Es muy cierto, una juventud como la actual, aletargada, apática, conservadora y complaciente es una juventud muerta.
Ésta juventud que asienten contra las injusticias, con sangre como horchata, alcoholizada y drogada, narcotizada por las noticias del corazón y las banalidades superficialistas. La juventud del TINA, del "There Is No Alternative", que nace y crece con la única esperanza de alimentar su egoísmo y su nihilismo absurdo, que se abocan al pesimismo y se dejan arrastrar por la corriente, para no tener que cansarse.

Y la visión de esta juventud no es más que un marco para entender el camino socio-cultural de la sociedad y su deriva conservadora, también habría que plantearse el porqué de este reflote de las ideas derechistas en general. Pero ésto es otro tema. El caso es que las perspectivas de futuro no son nada halagüeñas, y si nos remitimos a ésto, podemos percibir además como tenemos cada vez una clase política más corrupta, y encima más consentida en éste sentido.
Sólo hay que ver como en Valencia la desvergüenza ha alcanzado cotas impresionantes, la farándula política de la que hablé hace ya tiempo se torna cada vez más evidente, esto no es casual si no causal, exponencial al desencanto de la gente de la vida política, de su cada vez más nulo interés por la gestión de los políticos. Esto crea una masa de ciudadanos acríticos que benefician a los políticos corruptos que se columpian a destajo y se enriquecen a nuestra costa. Porque una sociedad política corrupta no es más que algo sintómatico del declive de toda una sociedad.
Si la gente no empieza a tomar las riendas de su vida, si no castigan al político corrupto y lo tratan con el desprecio que merecen, entonces estamos avanzando a pasos agigantados hacia la Italia de Berlusconi. Y esto ya sería humillante de verdad.
Mientras en otros paises se castiga al corrupto y al difamador, aqui se premia al mafioso y calumniador, se aplaude a los ladrones y se les encumbra para que estén en lo más alto. Caso evidente de Fabro o Paco Camps alias "te quiero un hueco".
También puedo entender que los mas mayores, arrugados y cansados por la actitud de los políticos hayan decidido dejarlo de lado, pero nosotros somos jovenes (que no incrédulos) no unos viejos ajados y desencantados.
Pero, mientras, tal y como muestran algunos estudios, un tercio de la juventud apoyen la pena de muerte o se muestren en contra de politicas pogresistas, dificilmente saldremos hacia adelante.
